El mundo del fetichismo, trataremos y comentaremos sobre él
los detalles de un movimiento cada vez más habitual y solicitado. En la
siguiente entrada veremos consejos de cómo se ha de crear un buen clima antes
de tener una relación sexual, como crear un ambiente e incitar a la pareja. Y
un tema picante e importante, el arte de la felación aprenda de este mundo y
regale felaciones perfectas a su pareja.
EL FETICHISMO
El fetichismo o las actitudes fetichistas son aquellas en
las que una persona experimenta un incremento de su deseo sexual ante un objeto
determinado. Existe un grado de esta conducta que puede favorecer la relación
de pareja, por ejemplo, cuando ese objeto que despierta la pasión es un
complemento que ayuda a mejorar la vida sexual, le da un mayor impulso. En
cambio, se torna en un problema cuando el fetiche reemplaza a la pareja y se
constituye en el único estimulante erótico valido para esa persona. Los
fetiches son variados.
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EL AMBIENTE INCITANTE DE LA PAREJA
Excepto en aquellos casos donde la pasión es arrebatadora y
el deseo desbordado necesita una relación inmediata, sin preludios, los juegos
eróticos preliminares se envuelven siempre en un ambiente agradable que
responde a los gustos que estimulan la pareja. Y recrea también situaciones que
incitan a elevar el deseo sexual. Son diversas y se presentan en momentos
distintos, incluso se complementan unas con otras. La ceremonia de desnudar al
compañero con parsimonia, tiene esos pequeños secretos que trasmiten oleadas de
estimulante incitación:
FELACION EL ARTE DE LA LENGUA
El sexo oral es una de las formas supremas del placer que un
miembro de la pareja puede brindar al otro. La excitación crece rápidamente con
el contacto cálido y húmedo de los labios y la lengua sobre el pene y entonces
se precipita un gozo profundo cargado de agradecimiento. Las posturas para la
felación son tan variadas como las circunstancias lo requieran. Como preludio
de una relación sexual completa en la cama, las variantes se acumulan, mientras
que en otras situaciones él puede estar de pie, sentado, en cuclillas o
arrollidado, según el momento y el lugar. Incluso existen hombres que prefieren
una postura específica porque va ligada a una fantasía que aumenta placer.